domingo, 30 de marzo de 2014

Con retraso pero sin pausa

Buenas a todos, por fin puedo volver a escribir y ponerme al día. Por circunstancias ajenas he tenido que cambiar de PC y me ha llevado casi dos semanas, las cual he estado muy desconectado. Ahora que dispongo de un PC nuevo  y que está dispuesto a que le dedique muchas horas, tanto para escribir como para otros menesteres.
Actualizo mi blog, con mucha ilusión y lleno de ganas, de volver a estar en activo y escribir para mis diversos proyectos. Desgraciadamente no tengo ningún relato con que deleitaros hoy, asi que aunque en un principio no lo iba a hacer, debido a que ya ha pasado una semana. Os hablare de mi experiencia en el III Evento de ESMATER, y del cual fue mi primer evento con ellos, y más importante aún, donde conocí a muchas y maravillosas personas, que comparten el amor a la literatura y a escribir.


Como dije antes, fue mi primer evento con ESMATER y tuve la suerte y el orgullo de poder participar en una de las mesas del evento, concretamente la mesa que hablaba del “Terror en todas sus formas” y que compartí protagonismos con compañeros y autores como; Daniel P. Espinosa, A.M. Calliani, Javier Trescuadras, Marta Junquera y David Garcia.
Y solo puedo decir, que todos fueron muy amables conmigo y unas excelentes personas, que a pesar de mis nervios, me trataron estupendamente y como uno más de la familia.


Tuve la idea de llevar un relato propio, que prepara con ilusión y cariño para todos los asistentes al Evento y que los compañeros de la asociación, repartieron gratuitamente en su puesto que montaron.
Y que espero que fuera del agrado de todos aquellos que pudieron leerlo, y sé que algunas personas si lo han hecho. Lo cual me gustaría poder publicar en formato digital para que pudierais leer el relato, por supuesto de manera gratuita.

Con Alfonso Zamora Llorente y Alberto González Ortiz.

Sin dudas una maravillosa experiencia y que espero con toda la ilusión del mundo, repetir lo más pronto posible. Y finalmente para despedirme, dejo la gran foto del Evento, donde salimos casi todos los asistentes al evento, incluyendo a los que participamos en él.


Y ya con esta ultima foto, me despido por hoy, y espero que en mi próxima actualización, poder colgar un relato personal, aunque mi mente en estos momentos, esta enfocada en dos certámenes de relatos para el mes de abril. Aunque eso no quita, que abandone el blog. Por supuesto seguiré actualizándolo.

Un saludo y hasta pronto.

domingo, 16 de marzo de 2014

Relato basado en De Madrid al Zielo “El caos de la Avenida Albufera”

Buen domingo a todos, tal como dije en la entrada de anoche. Después de solucionar un cierto problemilla con el relato, finalmente puedo publicarlo en el blog. Con todo el cariño del mundo se lo dedico a Alfonso que obviamente fue mi inspiración para conseguir este relato saliera de mi cabeza y que por supuesto está basado en su novela De Madrid al Zielo.

La Avenida Albufera donde transcurre parte del relato.
Y el Instituto Vallecas I que es donde estudie hace años. 

Y ahora si os dejo con el relato, que espero que también disfrutéis con su lectura. Un saludo y hasta la próxima entrada.


Este relato está ambientado e inspirado en la historia y novela “De Madrid al Zielo” de Alfonso Zamora Llorente. Y va dedicado a el, con todo el cariño de un lector vecino y amigo del barrio, que ha disfrutado como un niño de su primera novela.


El caos de la Avenida Albufera

Desciendo caminando a paso lento pero tranquilo por una de las amplias aceras en dirección a mi casa, cuando ya es casi mediodía y aunque tengo mi mente ocupada. Pensando en mis cosas, especialmente en el dichoso libro que le compre a Marina, mi mejor amiga desde la infancia. Dado que su cumpleaños fue hace apenas unos pocos días y tras estar buscando un libro en concreto durante dos semanas, va y me dice que ya lo ha leído. Lo cual me obliga ahora a buscar otro y sinceramente no será una búsqueda sencilla pero no tengo otra.
Mi estómago ruge impaciente a causa del hambre, lo cual hace que me olvide de todo lo demás. No tengo ganas de esperar un autobús, o de coger el metro que tarda una barbaridad. Así que bajo por la Avenida Albufera a paso más acelerado. Sin embargo, no puedo evitar observar el instituto donde estudié, hace unos cuantos años ya. Cada vez que paso por sus puertas me trae muchos recuerdos de aquellos días en que lo tenía que pisar a diario. Por un momento pienso en pasar a saludar a algún profesor pero mis tripas reclaman de nuevo algo que llevarme al a boca y por lo tanto, esta vez no me detengo como en otras ocasiones.
Continúo con mí camino, mirando hacia el suelo. Cuando entonces un fuerte ruido llama mi atención, me volteo para ver qué sucede asustado y sorprendido. Un coche ha chocado con otro, de repente en medio de la carretera. Uno de los conductores ha tenido que dar un fuerte y precipitado frenazo sin avisar lo cual ha llevado al coche que estaba en su espalda hacer lo mismo y que inevitablemente choraran violentamente.
Aunque me muero de hambre la curiosidad es muy poderosa, y me acerco un poco para ver la razón por la que ambos coches han chocado así de repente. Enseguida obtengo la respuesta; hay una persona parada en el medio de la carretera. El conductor del coche que casi lo atropella, sale inmediatamente del vehículo, hecho una furia y dispuesto a increpar al tipo que casi se lleva por delante.
Entonces sin mediar palabra alguna, el hombre que estaba parado en mitad de la carretera, reacciona repentinamente avalándose sobre el conductor que le está diciendo de todo, mordiéndole en lado derecho de la cara. La reacción es instantánea y el pobre diablo pega un desgarrador aullido de dolor. La sangre sale con fuerza de su cuello disparada a todas las direcciones, este cae al suelo con la cara totalmente destrozada.
¡Ostia puta!!! – Grito por la impresión.
Todos los que presenciamos la escena quedamos paralizados por unos largos segundos, hasta que es una mujer la primera en actuar y se acerca a auxiliar al hombre que yace en el suelo y desangrándose como un cordero degollado.
Cuando el causante del mordisco, se abalanza sobre ella como si de una fiera salvaje se tratase, tirandola al suelo y mordiéndola con fuerza. La mujer grita aterrada y adolorida, ese tipo le ha mordido en medio de la yugular del cuello. Si no la ha matado, poco le quedara para estar muerta.
Mi cuerpo finalmente reacciona y empiezo a correr como alma que lleva el diablo, tremendamente acojonado. Se me han subido los testículos a la garganta.
Bajo dirección a mi casa. Apenas llego a la calle Montigueldo, giro sin ni siquiera mirar hacia atrás, o si he chocado con alguien o no. No puedo pensar en absolutamente nada, sólo en lo que he presenciado con mis propios ojos.
Sigo corriendo, totalmente llevado por la adrenalina y el miedo, esperando llegar cuanto antes a mi casa. Dejo atrás la parte baja del bulevar, cuando entonces me parece escuchar a lo lejos otro accidente, aunque una pequeña parte de mi siente curiosidad esta vez no me detengo. Sólo deseo llegar a mi casa y sentirme seguro.
Finalmente desciendo por la calle paralela a mi casa, mientras busco en mi bandolera las llaves de mi portal. Cuando las saco del bolsillo interior, por los nervios se me caen de las manos y se me caen al suelo. Tengo que frenarme en seco, para agacharme y cogerlas.
Echo mi vista hacia atrás y no veo a nadie, pero eso no me tranquiliza nada y vuelvo a emprender la carrera. Enseguida llego a mi portal después de una larga y fatigosa carrera. En la puerta hay un vecino abriéndolo, sin importarme lo mas mínimo quien es, lo empujo y entro corriendo. Solamente llego a atinar a escuchar que me maldice o me dedica algún improperio pero no me importa, solo quiero llegar a mi casa de una vez.
Por fin logro entrar en mi casa, que esta situada en un primer piso. Cierro la puerta de un golpe y lo primero que hago es comprobar que esta mi madre, la cual esta viendo la televisión tranquilamente. Está viendo el telenoticias del mediodía, ella me mira sorprendida, cuando me ve tan agitado y acelerado.
Mama, algo muy raro está pasando, joder lo que he visto. – Digo exhausto casi asfixiándome.
Intento explicarle con palabras, la situación que he presenciado unos minutos atrás, mientras me dejo caer en el sofá de mi casa. Junto a mi madre, que me mira entre incrédula y desconfiada. Pero no tengo palabras exactas para definir bien lo que he visto.
Joder, esto es real… Parecía como las imágenes que salían en la tele de lo que sucedió en Alemania. Es como si esa mierda hubiera llegado a nuestro país, a nuestro barrio.
Me mantengo sentado unos segundos pensando en lo que he visto, no puedo quitármelo de la cabeza. Y entonces me levanto de golpe, empujado por un impulso cerebral. Tomó el teléfono, y empiezo a marcar el número de teléfono, tras varios tonos descuelgan… Es ella.
Marina, soy yo Jesús… Escúchame, déjame hablar, no digas nada. No salgas de tu casa y díselo a tu hermana y a tus padres. Si no están allí, llámalos rápido y diles que vuelvan cagando ostias y quedaros allí. Pero ni se te ocurra salir a buscarlos.
Pe… Pero ¿Qué está pasando? He escuchado gritos en la calle y estoy viendo gente correr.
¡Haz lo que te he dicho! Voy a llamar ahora mismo a Carlos y le voy a decir lo mismo. Te llamare más tarde. Adiós.
Cuelgo el teléfono, exhalo un breve y corto suspiro y seguidamente, llamo a mi mejor amigo Carlos.
Le digo lo mismo que le conté a Marina, el parece entender mas rápido la situación, atina a decirme que varios coches han chocado y que hay gente corriendo y gritando por la Avenida Albufera. Le digo que se quede en casa y que avise a su familia para que se resguarden.
Después voy llamando uno a uno a los miembros de mi familia; mis primos, mis tíos, mis abuelos. La situación es mucho peor de lo que en un principio imagine. No solo está sucediendo en Vallecas, también está ocurriendo en otros barrios de la ciudad.
No se que esta pasando, pero cuando miro por la ventana de mi terraza; veo gente correr en dirección opuesta a la Avenida Albufera, dirección a Entrevías y Méndez Álvaro. Escucho gritos por todas partes, me cuesta creerlo pero parece como si el barrio o incluso la ciudad entera estuviera sumiéndose en el caos más absoluto.
Y aunque no lo supe en ese momento, este es el principio de la caída de Vallecas y del resto de la civilización humana.

De Madrid al Zielo de vista por Generación X Vallecas

Buenas a todos, hoy actualizo el blog para narrar la experiencia que he vivido en el día de hoy junto con mis amigos de la tienda de Generación X del barrio y con mi vecino y colega Alfonso Zamora Llorente autor De Madrid al Zielo que aprovechando que hace unos pocos días salió a la venta la 5ª edición de su increíble y fantástica novela, vinó a firmar unos cuantos ejemplares a todos aquellos que se pasaron con la novela por la tienda. La tarde fue muy agradable y aunque en un principio la cosa estuvo muy tranquila, no tardó mucho en aparecer las primeras personas para que les firmaran sus novelas y por supuesto gente que no la tenía y la compro allí mismo y que con mucho cariño Alfonso firmo para aquellos que lo quisieron.
Tuvimos la oportunidad de charlar bastante con Alfonso, cual nos contó cosas muy interesantes respecto de la novela, nos confirmó que la segunda parte saldrá a la luz en el mes de Mayo, bajo el titulo; “De Madrid al Zielo, Ultima Batalla”. También nos comentó que muy posiblemente saldrá la primera parte en formato de bolsillo. Y que las ventas van viento en popa tanto en formato físico como en digital.
Hablo con todo el mundo y creo que todas las personas que tuvieron la oportunidad de conocerle y compartir la tarde con el salieron contentas de conocer a una persona grande pero al mismo tiempo humilde.

  Aquí salgo posando junto con Alfonso y su novela.

Pudimos conversar también con él, de otros temas relacionados con el género de terror y el género Z tanto en novelas como en películas y de anécdotas curiosas referentes a su novela. Y como colofón final, inmortalizamos la tarde en una foto que quedara para la posteridad. En la que salimos muchos habituales de la tienda y vecinos del barrio.
 
 La tropa de Generación X junto con Alfonso 

Pues por mi parte solamente añadir que todos le deseamos mucha suerte con su segunda novela y que la primera siga vendiéndose como lo está haciendo. Y quien sabe quizá algún día nos encontremos con una versión cinematográfica o una serie de televisión De Madrid al Zielo.

Un ejemplar de la novela firmado por Alfonso para la tienda.

Y bueno con esto me despido por hoy. En la anterior entrada del blog dije que publicaría un breve relato basado en su novela y que escribí al poco de leerla allá por el verano pasado cuando recién leí la novela, pero no me ha sido posible publicarlo por ciertos motivos técnicos. Así que espero solucionarlos durante este fin de semana y en mi próxima entrada subir el susodicho relato.

Un abrazo y hasta la próxima semana.

lunes, 10 de marzo de 2014

Aquellos maravillosos años

Buenas a todos, hoy actualizo el blog no para dejaros un relato, aunque ahora mismo estoy trabajando en dos al mismo tiempo. La entrada de hoy es para hablaros un poco de mi experiencia este fin de semana. Un buen amigo ha cumplido 29 años y estuve con él y algunos de sus amigos en su fiesta de cumpleaños en su casa.
No destacare mucho en los detalles de la fiesta puesto que fue una pequeña reunión privada y personal entre amigos pero si diré que por fin tras muchos meses de arduo esfuerzo y trabajo por su parte, pudo estrenar la recreativa en la que ha estado trabajando durante meses y montando pieza a pieza. Y finalmente la estrenamos con el conocidísimo “Metal Slug” juego árcade de los años 90 creado por la compañía SNK y que fue tan popular en máquinas recreativas de aquellos años 90 y los niños y no tan niños se dejaban sus dineros.
Solo puedo describir la experiencia `los pocos minutos´ que estuve machacando botones con la mano derecha y matando hasta el último malo, como algo increíble y brutal. Volví a sentir esa sensación que sólo me transmitían aquellos juegos de la época de los 8 y 16 bits. Y que ningún juego de estos días logra y dudo que logre transmitirme, por mucha Playstation 4 o Xbox One que haya ahora. Nada como aquellas consolas de los años 80 y 90. Que hoy en día me siguen pareciendo tan fascinantes y adictivas.
Sin duda fue muy gracioso perder y perder vidas y continúes mientras avanzábamos paso a paso y tener que pulsar muchas veces el botón que daba créditos (como si echaras monedas) solo para pasarnos un par de niveles. Lo cual me hizo recordar mi época de niño donde me dejaba muchas monedas de 25 de  las antiguas pesetas en juegos como Metal Slug, Art of Fighitng o el clásico Pang.
Me reafirmo nuevamente en mis pensamientos de los años 80 y  90 siempre serán las mejores décadas en todos los aspectos. Quizá no había tanta tecnología puntera como ahora pero no estábamos con el cerebro comido por los móviles y las redes sociales como lo estamos ahora e incluso la generación de niños era mucho más educada y respetuosa que la de hoy en día. En fin solo decir que viva lo retro y que la gente que vivimos aquellos años, nunca los olvidemos.

A falta de tarta con velas para que el cumpleañero soplara y pidiera un deseo se improvisó una solución rápida. Y solo dejaros una última foto que tome de manera tonta de la recreativa mientras la estábamos usando.

Espero no haber aburrido a nadie con esta pequeña anécdota y para despedirme solo deciros que espero esta misma semana poder publicar una nueva entrada con un relato algo especial inspirado en la obra "De Madrid al Zielo" de Alfonso Zamora Llorente a quien le debo mucho por su apoyo para que yo escribiera de manera más seria y profesional.

Un saludo y hasta pronto.